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martes, 27 de febrero de 2018

Parábola de los talentos, análisis



Introducción:
Justo después de dar a conocer las señales antes de su venida en el cap. 24 de mateo, Jesús inmediatamente declara dos parábolas impresionantes alusivas a estos tiempos, donde explica de manera simbólica situaciones que se avivaran en estos por la iglesia. La primera de ellas es la parábola de las diez vírgenes, cuya verdad no analizaremos es esta oportunidad. Seguidamente la parábola de los talentos, que a continuación será esta nuestro el motivo de nuestro estudio hoy.

Lectura: mateo 25:14-30.

Primero veremos la definición da algunas palabras claves Según el diccionario bíblico:

Parábola
Derivada del verbo gr. pa-raballo, compuesto de la preposición para, que significa “junto” y el verbo ballo, “echar”. Una parábola es, por tanto, una comparación de dos objetos con fines didácticos, generalmente como un relato.
Parábolas
Comparaciones basadas en realidades muy familiares que permiten comprender y asimilar una enseñanza. En el caso de las parábolas evangélicas, Jesús propone la riqueza del Evangelio y de sus exigencias con imágenes.
Como vemos es un relato simbólico que permite expresar una gran verdad.
Los dones
Los dones que Dios da a los hombres son una expresión de su bondad inmerecida. La misma palabra kjá·ri·sma (literalmente, “don de gracia”), que aparece diecisiete veces en las Escrituras Griegas Cristianas, implica un regalo que denota bondad inmerecida (kjá·ris) por parte de Dios. (Ro 6:23, nota; 1Co 12:4; 2Ti 1:6; 1Pe 4:10.) Por lo tanto, lo más apropiado es que los dones recibidos de Jehová se usen para el beneficio del prójimo y para la gloria de Dios, es decir, de Aquel que los ha concedido. (1Pe 4:10, 11.) Estos dones no son para el provecho egoísta del que los recibe; dado que tal persona ha ‘recibido gratis’, está bajo la obligación de ‘dar gratis’. (Mt 10:8.)

¡Dicho esto, empecemos…!!

El hombre que se va lejos, es por supuesto nuestro señor Jesucristo. Quien descendió del cielo y dio dones a los hombre Efesios 4:8-10

Por lo cual dice:
    Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad,
Y dio dones a los hombres.

  Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo.

Ahora un talento, más que una unidad monetaria, era una medida de peso: en el siglo I, un talento de plata equivalía aproximadamente a unos 23,16 kg de plata, es decir, unos 6000 denarios, 20​ y cada denario correspondía aproximadamente al salario diario de un operario (Mateo 20, 2.), es decir, un talento equivalía aproximadamente al importe de dieciséis años de trabajo de un jornalero.

Vemos el valor que tenía cada talento, era una gran riqueza, por lo que llevarlo era una gran responsabilidad.

Pero si vemos más allá el señor habla que de aquella responsabilidad que ha recibido todo cristiano para con el reino de Dios, estos dones se pueden manifestar en la vida de cada creyente de manera distinta.

 Citamos la lectura:
Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. Ver. 19.

…………….
Entonces tenemos que Cristo es nuestro señor, y nos ha confiado estos talentos para laborar en su reino, de los cueles rendiremos cuentas para cuando el regrese.

 Citamos el texto:
 A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. Ver. 14

¡Vea bien, dice que dio a cada uno según su capacidad!!
Eso quiere decir que todo lo que dios da a una persona es porque le sabe que lo puede sobrellevar. Que tal persona tiene la capacidad espiritual de llevar tal responsabilidad, y aun cuando la persona pueda pensar que no es acto para tal cargo, Dios puede glorificarse en tal vida. Tal como lo hizo con mises cuando este no creí poder liberal al pueblo de Israel.

Dice el texto Ver. 16 y 17
Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos.
Asimismo, el que había recibido dos, ganó también otros dos.

Vemos aquí que estos dos tomaron una actitud diligente, asumieron con responsabilidad aquello labor que se les había encomendad, por que obtuvieron grandes frutos.
Pero el tercero hizo todo lo contrario

Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. Ver. 18
....

y luego dice:



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